Golden State Warriors jugó su segundo partido sin Stephen Curry vestido de corto y logró una victoria bastante sufrida.
ante Houston Rockets por el resultado final de 110-114. El conjunto de la bahía de Oakland echó de menos a su máxima estrella y tuvo que exprimir al máximo a dos escuderos de lujos como Klay Thompson, Draymond Green y Andre Iguodala. Los actuales campeones tuvieron que luchar hasta el final frente a unos rivales texanos que dieron mucha más guerra de la esperada, con James Harden (30 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias) y Dwight Howard (21 puntos, 13 rebotes, 5 asistencias y 3 tapones) al máximo de sus posibilidades.
Los Rockets salieron relajados después del descanso y los Warriors se marcharon en el marcador, pero vieron como los de Houston recortaban la distancia y casi les comen toda la tostada. Sin embargo los 38 puntos y 7 rebotes de Thompson, los 20 tantos de Iguodala saliendo desde el banquillo y el ‘triple-doble’ de Green, que se marchó hasta los 10 puntos, 11 rebotes y 16 asistencias, marcaron las diferencias y acabaron otorgando la victoria a los dueños del anillo.
La victoria de Golden State Warriors evitó que los campeones cosechasen su segunda derrota consecutiva, en lo que fue el segundo partido seguido sin Curry, pero al mismo tiempo dejó al descubierto varios puntos débiles de un conjunto que depende demasiado de las genialidades de un ‘Chef Curry’ que si no está en cancha obliga al resto a multiplicarse. Klay Thompson rindió como primera espada en ataque y Green volvió a ser ese jugador todoterreno que ya se conocía, pero que ahora también puede rendir bajo la presión de saber que no cuenta con los puntos de Curry. Por el contrario, también se pudo ver que los de la bahía no podrán jugar así constantemente y necesitan de su líder para no quemarse. La salud de su máximo anotador es vital para el equipo.
0 comentarios:
Publicar un comentario